WWE.com ha publicado un artículo en su sección “Where are they now? (¿Dónde están ahora?), una interesante entrevista con el luchador semi-retirado Michael Kirchner, conocido también como Corporal Kirchner, el primer hombre en personificar al personaje original deLeatherface en Japón, quien comenta sobre su paso por la WWF y su transición a la lucha libre hardcore en el país asiático, además, “The Hardcore Legend” Mick Foley comenta sobre este hombre, quien “lo sorprendió”.
Él es recordado como un patriota, un buen tipo Todo-Americano que defendió el honor de su país contra el odiado villano ruso Nikolai Volkoff en WWF WrestleMania 2 (7 de abril de 1986 – Nassau Veterans Memorial Coliseum (Uniondale, New York) – Rosemont Horizon (Rosemont, Illinois) – Los Ángeles Memorial Sports Arena (Los Ángeles, California) – Lucha de Bandera). Pero hay un lado oscuro en la carrera del hombre conocido como Corporal Kirchner que muchos fans de la WWE no conocen. – Pasar una década en el vicioso mundo de la lucha libre hardcore japonés bajo el nombre de Leatherface, peleando su camino a través de las luchas más brutales jamás antes vistas.Desde una parada de camiones en Tennessee, Michael Kirchner se refleja sobre cada uno de sus personajes como si fueran amigos que ha perdido.“Me encantan mucho ambos. Corporal Kirchner era muy divertido porque aprendía de muchos chicos. Sin embargo, Leatherface era alegría hardcore.”Comentó Mike en una larga conversación telefónica con WWE.com.Aunque ambos son diferentes (CK y MK), hay una cosa en común – la resistencia. Era una reputación que llevaba con él a lo largo de su carrera y algo que estaba arraigado en él desde sus días de escuela. Por su cuenta de niño rebelde, el nativo de Chicago creció siendo un peleonero – el resultado de una niñez pasada en movimiento de pueblo en pueblo. Su actitud sensata podría haberle enviado por un mal camino, pero a los 17 años se incorporó a la disciplina militar y aprendió.“Era el final de la guerra de Vietnam. Así que los chicos que me estaban entrenando eran veteranos de combate y me enseñaron a tomar las cosas en serio.”Se alistó como paracaidista con la División Aertotransportada 82 de Fort Bragg, Carolina del Norte, Kirchner pasó el resto de sus años de adolescencia saltando de aviones y capacitándose para situaciones de combate intenso. Nunca fue a la batalla, pero el joven cabo ganó la tenacidad mental y física de un soldado.Dejó el Ejército a sus 20 años de edad y se dirigió a Minnesota, donde trabajó por la mañana en un taller mecánico y en bares de la zona por la noche. Cualquiera que fuera su tiempo libre lo pasada en medio del gimnasio local, lugar en donde conoció a Hulk Hogan. Todavía no tenía 30 años, aún tenía su pelo rubio y sedoso con su figura delgada, no había hecho historia aún con la WWE, pero era una gran estrella en la Verne Cagne’s American Wrestling Association.Con su creciente fama, Hogan se jactaba delante de su compañero de gimnasio y demás amigos sobre su último viaje a Japón – la competencia, las mujeres, el dinero. Inmediatamente, Kirchner se enganchó.“Eso fue lo que encendió la mecha.”Con la ayuda de “The Hulkster”, Kirchner logró entrar en uno de los campos de entrenamiento de Gagne’s, pero el WWE Hall of Famer no estaba demasiado impresionado por su nuevo recluta en bruto. Sin inmutarse, el aspirante llegó a Florida – el territorio donde Hogan luchó por primera vez – y comenzó a pagar sus deudas más pequeñas, las promociones regionales.“Puse mi corazón en ello y lo hice bien.”Compitiendo bajo el nombre de R.T. Reynolds, Kirchner finalmente comenzó en las reservas de la WWE, a través de contactos que había hecho en el sur. Rara vez le fue bien en sus primeras luchas, cayendo ante veteranos como Blackjack Mulligan y The Junkyard Dog.En los albores de 1985, el muy popular Sgt. Slaughter acababa de salir de la empresa por una disputa alrededor de su relación con G.I. Joe. Fue una situación desagradable, que creó una apertura que sólo un veterano héroe patriótico militar como Kirchner, podría llenar.“Yo dije: ‘Tengo una gran oportunidad.’. Fue un sueño hecho realidad.”Haciendo su debut después de una serie de viñetas que lo mostraban saltando desde un avión para salir con un cuchillo entre los dientes anunciando su debut, entró en una rivalidad con The Iron Sheik y Nikolai Volkoff, un equipo que se habían ganado el odio de los seguidores de la WWE a través de sus diatribas anti-estadounidenses. Durante la mayor parte del año, Kirchner luchó contra sus enemigos desde el Boston Garden Arena hasta Los Ángeles Sports Arena, culminando en un enfrentamiento con Volkoff en WrestleMania 2 en la primavera de 1986.
“Nik me podía levantar como un niño – por encima de su cabeza como si nada. Esa noche fue tremenda.”El Cabo (Corporal) obtuvo la victoria en WrestleMania 2 – tal vez el mayor triunfo de su carrera – y el éxito con más experiencia a lo largo de 1986, trabajó en equipo con regularidad con Superestrella que había visto en televisión cuando era niño.“Trabajar con Bruno Sammartino o Pedro Morales o Ricky Steamboat era impresionante. Estaba como: ‘Wow!’. Cada noche fue emocionante.”La potencia continúo en la empresa durante casi un año, pero por problemas personales y un divorcio, Kirchner tuvo que pedir su liberación en 1987. Fue un momento horrible en su vida, pero él todavía recuerda con cariño sus días de WWE.“Me divertí mucho. Fue un honor poder trabajar con el más grande de nuestros tiempos allí. Siempre estaré agradecido por ello.”Después de tomar algún tiempo para su vida personal, Kirchner regresó al ring, pasó algún tiempo en la promoción Stu Hart’s Stampede Wrestling luchando contra “Cowboy” Bob Orton, quien lo puso en contacto con Antonio Inoki de New Japan Pro Wrestling. En ese momento, el deporte-espectáculo era enormemente popular en Japón y luchadores de América – conocidos coloquialmente en Japón como gaijins (extranjeros – “irrespetuosos”)- tenían una gran demanda. En el transcurso de una gira de dos o tres semanas, un estadounidense podría ganar mucho más de lo que haría en varios meses de trabajo en los Estados Unidos, llevando a muchos grandes competidores a hacer el viaje al extranjero.“El talento que llevó de aquí fue tremendo. Vader, Bam Bam Bigelow, Scott Hall. Pero les gustaba que llevar chicos diferentes, así que no fueron constantemente.New Japan pudo haberse acabado rápidamente, pero a Kirchner le gustaba el país y había otras opciones para un hombre con su conjunto de habilidades.“Un par de compañías independientes estaban empezando a surgir. Pero el único problema era que tenía que ir hardcore.”Popularizado por la empresa Atsushi Onita’s Frontier Martial-Arts Wrestling en los años 80’s, el estilo hardcore – a menudo llamado “la lucha libre basura” por igual por los fans y críticos – fue construido en torno a los combates viciosos conocidos como “deathmatches”. Caracterizados por el uso desenfrenado de armas peligrosas, como tablones de madera con claves y alambres de púas atados al ring, estas luchas sin restricciones, las cuales fueron sangrientas y destructivas, se volvieron muy populares.Durante años, los promotores podían llenar las arenas con la promesa de acción horrible y si un competidor estaba dispuesto a entrar en ese peligroso ambiente, era premiado con un muy buen dinero.Brusco y sin miedo, Kirchnner estaba más que listo para competir en las más retorcidas, enfermizas e inimaginables luchas en Japón, pero no creía que su personaje de patriótico fuera suficiente para intimidar en ese bajo mundo. Un fanático del cine, se dio cuenta de que los chicos malos en las películas de terror sería un complemente perfecto para estas horribles luchas y basó su nuevo personaje en torno a Leatherface (Cara de Cuero) – el vampiro descomunal que aterrorizó a un grupo de adolescentes en 1974, en el cásico de Tobe Hooper, “La Masacre de Texas”-Modeló su aspecto y su carácter y así Kirchner se convirtió en una presencia intimidante.“Yo era un monstruo viviente real.”Fue tratado como uno también. Con una máscara de carne humana y un delantal de carnicero empapado en vísceras. Leatherface entró en el ring entre la multitud con una motosierra prendida en sus manos y persiguiendo a los fans con la intensidad salvaje de un villano de película de terror. El público amaba la emoción, pero el miedo era muy real. Una vez, una mujer saltó de un balcón para escapar de él. En otra ocasión, un hombre tuvo un ataque en medio del caos.“Responsabilidad prudente, no podría salirme con la mía en los Estados. Por allí, yo no tenía ese problema. Me gustaba que la gente se asustara y tuviera miedo y que demostraran la emoción.”Rápidamente Leatherface hizo a Kirchner uno de los competidores más comerciales en el país. Para los próximos 12 años voló regularmente 7.500 millas de su casa en la Florida a Tokio, Japón.
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